Ayer estuve, disfrutando en
Calblanque, sentado en las rocas que miran al mar. Intentaba hacer un
bosquejo del quehacer de un colirrojo real entre las salicornia.
Pero no había manera, un alcaudón continuamente me lo movía de
ramita en ramita cambiando de postura y de entorno. Opté como otras
veces en sacarle unas fotos y luego plasmar lo que había visto en mi
casa. Pero el resultado fue otro. El observado era yo. Una collaba
gris me miraba tranquilamente justo a mi lado. Si dejaba la cámara
se acercaba, si cambiaba el objetivo venia a contemplar que había
quitado. Si intentaba fotografiar al colirrojo el se encaramaba a la
mochila, situada unos metros de mi, para otear al bicho y supongo que
a mi. El resultado de fue esta, una de las fotos mas equilibradas y
serenas que he realizado nunca.
11/4/12
Una foto equilibrada.
Las collalbas grises revolotean ahora las costas mediterráneas persiguiendose unas a otras.